ARRÉS

El conjunto abarca la torre y la iglesia parroquial de Santa Águeda, unidas por el único lienzo que se conserva de la antigua muralla que rodeaba el caserío

El resto del conjunto urbano, muy determinado por su concepción defensiva, destaca por su curioso entramado –portales que dan acceso a calles- y por la presencia de monumentales –cada día menos- chimeneas troncocónicas. La historia de Arrés está determinada por su vocación jacobea, pues la villa se encuentra al pie del Camino de Santiago, en la ruta principal de la Vía Tolosana, y dispone de un albergue u hospital que gestionan hospitaleros y amigos del camino.

La torre de Arrés, es el vestigio evidente de un castillo fortaleza de estilo gótico datado en la segunda mitad del siglo XV, y que junto a la torre de Atarés, defendería la margen izquierda del río Aragón. La torre está construida a base de piedras sillares y dispone de saeteras –huecos para disparar con arco o ballesta- a lo largo de sus más de diez metros de altura que se hallaban organizados en tres plantas. Conserva algunas molduras y mechinales. La puerta de acceso, muy estrecha, se abre en la cara oeste bajo una ventana rectangular. Debió de alojar en el primer piso una magnífica chimenea de piedra que no conserva.

Se declara Bien de Interés Cultural en 2006 y se restaura en 2013 con fondos de la Diputación Provincial de Huesca

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